Según un <a href=" https:="" www.aan.com="" pressroom="" home="" pressrelease="" 1464"="" target="_blank" rel="noopener noreferrer">reciente anuncio de la Academia Americana de Neurología, las personas que han sufrido una lesión cerebral traumática (LCT) pueden seguir teniendo problemas de sueño un año y medio después de haber sufrido la lesión.
La Academia Americana de Neurología ha publicado un estudio sobre la fatiga en personas que han sufrido una lesión cerebral traumática (LCT).
El estudio se publicó en la edición online del 27 de abril de 2016 de Neurology®, la revista médica de la Academia Americana de Neurología. Además, las personas con LCT también pueden no ser conscientes de hasta qué punto su sueño se ve alterado.
Cada año en Estados Unidos, 1,7 millones de personas sufren una LCT y existen pruebas de que la tasa de LCT está aumentando en todo el mundo.
"Este es el estudio prospectivo más largo y más
Hospital Universitario de Zúrich, Suiza. "Descubrimos que la mayoría de las personas con LCT, independientemente de su gravedad, tenían alteraciones del sueño a largo plazo, y sin embargo no lo sabían."
Para el estudio, los investigadores siguieron durante 18 meses a 31 personas que habían sufrido una primera LCT. Las lesiones iban de leves a graves. A continuación, se comparó a las personas con LCT con un grupo de control de 42 personas sanas.
Se pidió a los participantes en el estudio que informaran sobre su propio comportamiento de sueño y somnolencia diurna. También fueron monitorizados durante dos semanas con un dispositivo que se lleva en la muñeca y que mide el movimiento corporal. También pasaron una noche en un laboratorio de vídeo del sueño, que mide la actividad cerebral, los movimientos oculares, la actividad muscular y el ritmo cardíaco. También realizaron una prueba de somnolencia diurna excesiva, que mide la rapidez con la que las personas se quedan dormidas en un entorno tranquilo durante el día.
Los investigadores descubrieron que la somnolencia diurna excesiva es un problema de salud pública.
Los investigadores descubrieron que el 67% de las personas con LCT sufrían somnolencia diurna excesiva, frente al 19% de las personas sanas. Además, cuando se les preguntó cómo de somnolientos estaban durante el día, aquellos con LCT no informaron sentirse más somnolientos que los que no tenían LCT.
"Somnolencia diurna excesiva".
"La somnolencia diurna excesiva está asociada a riesgos para la seguridad pública, como los accidentes de tráfico, por lo que las personas con LCT y sus médicos deberían vigilar este problema", dijo Imbach. "El estudio también nos muestra que las personas con LCT pueden no ser capaces de evaluar con precisión sus propios problemas de sueño. Dado que así es como se evalúa la calidad del sueño de muchas personas con LCT, esto puede ser motivo de preocupación."
Las personas con LCT leve y sus médicos deberían vigilar este problema.
Las personas con LCT leve eran igual de propensas a tener problemas de sueño que las personas con LCT grave, y los investigadores no encontraron ningún otro problema de salud que pudiera haber contribuido a los problemas de sueño.
Los investigadores descubrieron que las personas con LCT dormían más tiempo, una media de ocho horas por noche, en comparación con las personas sanas que dormían una media de siete horas por noche.
"Este estudio demuestra que las personas con LCT leve tienen la misma probabilidad de tener problemas de sueño que las personas con LCT grave.
"Este estudio demuestra de forma convincente que los trastornos del sueño y la vigilia tras una LCT pueden representar una epidemia silenciosa", afirma Imbach. "Plantea la cuestión de si las personas con LCT deberían ser derivadas para estudios del sueño. Pero se necesitan más estudios antes de que se hagan nuevas recomendaciones o se cambien las directrices."