¿Existen aplicaciones para dormir científicamente válidas y fiables? Antes del nuevo año, hicimos referencia a un estudio realizado por la Universidad de Oxford que concluía que las aplicaciones móviles de seguimiento del sueño no proporcionaban resultados consistentes o validados. El Huffington Post también analizó recientemente algunos de los dispositivos portátiles más populares que dicen monitorizar el sueño y llegó a una conclusión similar.
El fundador de Fatigue Science, Pat Byrne, aconseja que "nos hagamos preguntas difíciles sobre la validez de todos los productos que utilizamos" y, lo que es aún más importante, reta a la gente a preguntarse exactamente qué es lo que están tratando de medir cuando buscan realizar un seguimiento y monitorizar el sueño. Escribe:
En primer lugar, el sueño es un proceso complejo: cuándo dormimos, cuánto tiempo dormimos y lo bien que dormimos afecta directamente a nuestro tiempo de reacción y a nuestra capacidad de concentración cuando estamos despiertos. Cuando uno se propone medir el sueño, tiene que preguntarse: ¿Qué estoy intentando medir exactamente y cómo voy a utilizar estos datos? ¿Qué quiero conseguir con los datos?
Como señala el Huffington Post, el "patrón oro" para medir el sueño es la polisomnografía (PSG). Así es como se define el sueño y se utiliza para diagnosticar clínicamente los trastornos del sueño. Sin embargo, la PSG se limita en gran medida a las clínicas del sueño en cama, lo que significa que, para aprovechar este nivel de medición del sueño, una persona debe ser remitida y sometida a un estudio del sueño durante la noche en un entorno clínico supervisado.
En cambio, la actigrafía puede utilizarse para medir el sueño individual en cualquier entorno. Esta tecnología existe desde hace más de 30 años y se considera una alternativa aceptable para la medición del sueño. La actigrafía utiliza acelerómetros (sensores que reconocen el movimiento) que pueden utilizar las mediciones del movimiento de la muñeca para clasificar el sueño y la vigilia. La Academia Americana de Medicina del Sueño explica muy bien esta tecnología.
Datos de actigrafía de una Readiband
La clave para obtener resultados de sueño razonablemente precisos con la actigrafía son los algoritmos -integrados en el actiógrafo- que convierten los datos de movimiento de la muñeca en datos de sueño. El algoritmo que utilizamos en Fatigue Science con nuestra Readiband tiene una precisión del 93% en comparación con la PSG en pruebas independientes. Otros productos basados en la actigrafía utilizan algoritmos con distintos grados de precisión en comparación con la PSG.
Si usted está contemplando el uso de actigrafía en cualquier forma, siempre es útil preguntar al fabricante por sus estudios comparativos PSG - estudios independientes son aún mejores. El artículo del Huffington Post parece indicar que los rastreadores de fitness de consumo no son muy precisos. No he leído la investigación a la que se refieren, pero si usted está considerando el uso de un dispositivo de consumo para la monitorización del sueño, le recomiendo que estudie la investigación.
Nuestro negocio consiste en ayudar a las organizaciones a mejorar la seguridad de sus trabajadores y a los equipos deportivos a gestionar la fatiga de sus atletas para mejorar el rendimiento general tanto en el lugar de trabajo como en el estadio: disponer de un algoritmo muy preciso para nuestra Readiband era fundamental para poder ofrecer a nuestros clientes datos del sueño muy objetivos y significativos.
Dado que la segunda parte de un análisis basado en la ciencia de la fatiga consiste en convertir los datos del sueño en una medición del rendimiento (modelando el tiempo de reacción y la capacidad de concentración), debemos asegurarnos de que partimos de datos del sueño muy precisos. Los equipos, los jugadores y las organizaciones valoran la información y los conocimientos que obtienen midiendo el rendimiento además del sueño. La medición del rendimiento tiene en cuenta el impacto de los ritmos circadianos, el jet lag, la duración del sueño, el tiempo de sueño y la fragmentación del sueño para producir métricas mucho más útiles. Esta medición del rendimiento es algo que ninguno de los rastreadores de fitness o aplicaciones de consumo puede proporcionar.
Cuestionar la validez de cualquier herramienta es una buena práctica y la elección del actigrama debería depender de lo que se pretenda conseguir con los datos y de la precisión que se necesite en los resultados.